Desayuno IDE | Posibilidades tecnológicas del litio en la Argentina
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El litio, el metal más liviano de la Tabla Periódica, fue descubierto en 1817. Más de 200 años después logró transformarse en protagonista excluyente de la actual revolución tecnológica a partir de su utilidad para el desarrollo de baterías para dispositivos móviles como celulares, tablets y laptops. Mineral clave en la fabricación de sistemas de almacenamiento de energía más eficientes, limpios y ligeros, dio un impulso vital a la aparición de vehículos híbridos y eléctricos. Ya no se trata del futuro; es el presente.
El Dr Arnaldo Visintin, investigador del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), suma un nuevo componente al debate: “América latina es un proveedor de la materia prima, pero es preciso que modifiquemos esa ecuación. Hoy tenemos una enorme posibilidad de vender el litio no sólo como materia prima, sino convertido en tecnología desarrollada en nuestro país”.
Visintin hace cálculos y asegura que “el carbonato de litio va a mantenerse en los rangos actuales de precio por 20 o 30 años. Pero esto no es nada comparado a las enormes ventajas que supone transformarnos en productores de baterías. Una batería de 60 kwt que necesita un auto cuesta entre 20 y 30 mil dólares –ejemplifica--. No sólo se trata de darle valor agregado al litio; es una oportunidad para generar trabajo a través del desarrollo de alta tecnología con sello nacional”.
Pero lo cierto, hasta el momento, es que el negocio del litio en Argentina se limita hoy a la exportación de dos productos primarios: el carbonato de litio (equivale al 93% de las exportaciones) y el cloruro de litio. Más allá del proceso de obtención del carbonato de litio de la salmuera, no existe ningún producto industrializado luego de este proceso primario.
Y es aquí donde los especialistas coinciden en la necesidad de avanzar hacia modelos similares a los implementados Chile y Bolivia, los otros dos vértices del triángulo de litio. En ambos países, el mineral es considerado un recurso estratégico, y el Estado –con diferentes esquemas- participa de las ganancias, promueve empresas nacionales y hasta desarrolla sus propios productos industrializados.
En términos de aprovechamiento del recurso natural, la Argentina aún tiene un largo camino por recorrer. Y en este escenario, la Universidad Pública, como generadora de conocimiento, puede desempeñar un rol preponderante.
Material
Expositor:
Dr. Arnaldo Visintin
Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA), Facultad de Ciencias Exactas (UNLP), CONICET.
Doctor en Ciencias Químicas con Orientación en Tecnología Química, Facultad de Ciencias Exactas, Universidad Nacional de La Plata, e Investigador Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
El área en la cual se desarrolla es Electroquímica, Almacenamiento de Energía, Tecnologías del Hidrógeno, Baterías de Litio y Ciencia y Tecnología de Materiales.
Durante su estadía en Estados Unidos se desarrolló como Investigador en Center for Electrochemical Systems and Hydrogen Research, Texas A & M University, College Station, Texas.
Además es Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Exactas, Universidad Nacional de la Plata y Profesor en cursos de “Electroquímica”, dictado en el Instituto Balseiro y otros institutos y facultades como la maestría en energías renovables de la Universidad Tecnológica Nacional.
Tiene una gran cantidad de publicaciones en revistas y comunicaciones en el área energía. Ha recibido premios a la labor desarrollada y obtuvo numerosos subsidios y proyectos de investigación.
Asimismo, se desarrolla en espacios gubernamentales para el Desarrollo del Área Energía en el país. Especialmente la instalación de laboratorios de investigación de baterías de litio en diferentes partes de Argentina.